El verano es la época en la que la mayoría de la gente aprovecha para viajar debido a su buen tiempo. Pero eso no significa que el resto del año no podamos conocer lugares únicos. Por ello aquí tienes 15 rincones de España muy recomendables para visitar con el frío del invierno. Estos lugares han sido recomendados por grandes blogueros de viaje, a los cuales os animo que visiteis. ¿Los conocías a todos? ¿Has estado en algunos de estos puntos de España?
1. Ontinyent, Valencia – Consejero Viajero
Mi rincón favorito para el invierno es mi pueblo, Ontinyent (Valencia). El tercer fin de semana de noviembre puedes disfrutar de la feria y su típica gastronomía, en diciembre de las fiestas de la patrona, las fiestas de la Purísima.
En invierno apetece recorrer los senderos cercanos al pueblo y pasar el día en la montaña disfrutando de naturaleza pura.
Pasea por el barrio de la Vila, visita el museo arqueológico MAOVA, el museo Fester y déjate conquistar por los embutidos de Ontinyent. Si aún te queda tiempo y energía no te pierdas nuestro paraíso natural, el Pou Clar, es donde nace el rio Clariano y forma una sucesión de pozas preciosas donde pasar un día soleado.
2. Lugo – Viajes y Rutas
Aunque es complicado escoger uno solo, diré que mi rincón favorito de España en invierno es la ciudad de Lugo. Está rodeada por una muralla romana, la única que conserva íntegro su perímetro y por el que puedes dar agradables paseos o hacer running.
Me encanta el casco antiguo, que se encuentra en el interior de la muralla, porque puedes llegar a todas partes sin necesidad de coger el coche u otro medio de transporte, y en él tienes todo lo que necesitas. Además, está lleno de preciosas construcciones medievales y barrocas con soportales, bajo los que encontrarás un montón de bares y restaurantes en los que podrás degustar la rica gastronomía lucense y sus excelentes vinos, por un precio realmente bajo.
Una de las cosas que más me gusta en invierno, es estar en el interior de uno de sus antiguos locales con gruesos muros, viendo la lluvia caer en sus calles empedradas.
3. Agres, Alicante – This Is Travel
Para desconectar de la rutina, algún finde de invierno nos gusta dar una vuelta con moto hacia Agres, un pueblo alicantino de unos 500 habitantes, situado en la sierra de Mariola, a unos 700m de altitud.
Yendo con la moto el paisaje invernal es precioso y si hay suerte y neva ese año, es brutal! Agres ofrece muchas posibilidades, gastronomía local de la buena como “arroç caldós” y “bajoquetes farcides” (pimiento relleno de arroz) y de postre, imprescindible nueces locales con miel acompañados de chupito de mistela o herbero (licor de hierbas locales).
Recorrer el centro histórico, es toda una hazaña (y más si está nevado!), las calles están muy empinadas y hay que subir hasta el convento/castillo de Agres donde peregrinan muchos creyentes cada año para visitar a la virgen. Si te gusta la montaña, hay muchas rutas de senderismo pero destacamos la PR-CV 27 para llegar a las “cavas”, antiguos almacenes de nieve y al pico del Montcabrer.
4. Tenerife – El Viajero Curioso
Porque tiene la montaña más alta de España, el pico de El Teide de 3718 metros, a menos de una hora en coche del lugar más alejado de la Isla y donde puedes pasar la noche, en una experiencia que no olvidarás jamás. Porque, gracias a sus microclimas, puedes disfrutar de sus playas a 25 grados, en estos meses en los que el resto de Europa se congela, mientras admiras El Teide nevado.
Porque puedes hacer deporte el día de Fin de Año en la tradicional carrera de San Silvestre de La Laguna. Porque puedes comer en los cientos de «guachinches» que hay en la Isla unas costillas con papas y mojo y un escaldón de gofio con un litro del espectacular vino «del país». Porque en ella se celebran durante una semana los segundos mejores Carnavales del mundo, solo por detrás de los de Río de Janeiro.
Porque puedes pasar una entrañable tarde y noche de Reyes sintiéndote como un niño en sus calles llenas de ilusión. Porque es un destino para el invierno totalmente diferente a cualquier otro en España o en Europa. Por eso, por esa razón, mi lugar preferido para pasar el invierno es Tenerife.
5. El Barrio Gótico de Barcelona – Mil Viatges
Uno podría pensar que cualquier época es buena para visitar el Barrio gótico de Barcelona. Y en realidad, así es. Sin embargo, es ahora en invierno, aprovechando que las hordas de turistas parecen haber menguado, cuando la visita a esta bella zona de la capital catalana se hace más agradable.
En invierno también anochece más pronto, siendo un buen momento para disfrutar de algunas de las más bellas fachadas iluminadas, como la occidental de la Catedral de Barcelona o pasear entre los estrechos callejones de la vieja judería. También es una buena ocasión para disfrutar de los pequeños recovecos que nos ofrece el Barrio Gótico como la Calle del Bisbe, entre el Palau de la Generalitat y el Palau dels Canonges, con el controvertido, pero no por eso menos bello, puente neogótico que los une. También la Plaza de San Felip Neri es de visita ineludible. La iglesia que da nombre a la plaza mantiene las cicatrices ocasionadas por el bombardeo fascista que terminó con 42 vidas un día de enero de 1938. Uno de los lugares más tristes, pero también más evocadores, del Barrio Gótico de Barcelona.
Es este un buen lugar para pasear sin mayor dirección que el que dicten tus sentidos, para encontrarse en algún rincón aquel viejo cantante de ópera que hace las delicias de los transeúntes o disfrutar de los patios interiores de las mansiones góticas de la calle Montcada. El Barrio Gótico, con menos turistas que en ninguna otra época, es un buen lugar para ser recorrido, con calma, durante los meses de invierno.
6. El Montgó, Alicante – Explorando sin rumbo fijo
Para nosotros lo bueno del invierno es que puedes salir a la montaña a hacer rutitas sin que te de una insolación! En la costa de la Comunidad Valenciana los inviernos son muy suaves y da gusto salir al campo a disfrutar del sol de invierno.
Nuestro lugar preferido es la subida hasta la cima del Montgó,una montaña de 752m de altura situada entre las localidades de Xàbia y Denia (Alicante). Al subir se aprecian unas vistas increíbles tanto del interior de la Comunidad Valenciana como del Mediterráneo!
Es una ruta bastante asequible para todo el mundo, y en un par de horas se llega a la cima. Totalmente recomendable!!
7. Espot, Lleida – Espai Viajero
Mi Rincón favorito del mundo entero en el que esconderme en invierno (sobretodo en navidad), se llama Espot, el paraíso invernal español que se encuentra en Cataluña y en el que voy desde que era pequeña.A él huyo a refugiarme todas las navidades que puedo junto a familia y a amigos porque se respira el espíritu navideño en cada esquinita, es un lugar hogareño y familiar, que me transporta a la magia de la niñez desde el momento en el que bajo del coche, pongo un pie en suelo catalán y cojo una bola de nieve, en este momento para mí empieza la navidad. Y…
¿Porqué me parece tan especial y bonito?: En esta época el pueblecito se cubre de nieve, todas las ventanas de las casas se iluminan y sobretodo no es el típico pueblo lleno de turistas, solo hay gente local, la gente mayor te cuenta historias del lugar mientras dan paseos por el pueblo y los niños salen a la calle a hacer guerras de nieve. Para mí, sin duda Espot es el paraíso blanco para el invierno mas especial.
8. Granada – El Gato Viajero
Cautivadora y sorprendente Granada es una de esas ciudades indispensable para el viajero, sencilla y autentica se aleja de las grandes ciudades escondiendo secretos, sorpresas y aventuras.
Al pisar su calles comprendes que a pesar de ser uno de los destinos más famosos de Andalucía es una ciudad sencilla y acogedora, alejada de los lujos y excesos, enamorando al visitante con su espíritu y herencia mozárabe.
Si bien Granada es un hermosos destino para todo el año, es en invierno cuando la zona muestra su lado más aventurero y sus imágenes más impactantes, siendo Sierra Nevada la reina. Experiencias únicas y divertidas como senderismo por la nieve ascendiendo el Veleta y el Mulacen, esquí en la sierra, agradables paseo por Puerto Llano, juegos en la nieve y saltos en trineos hacen junto con las deliciosas tapas de Granada y la Alhambra nevada una experiencia única invernal que enamorara tanto a los aventureros como los viajeros mas románticos y sencillos.
9. Málaga – DinkyViajeros
Con una temperatura media en invierno que ronda los 18 grados, los DinkyViajeros no podíamos sugerir otro rincón para pasar esta estación del año que Málaga, la ciudad donde vivimos. Y es que no pueden estar equivocados los miles de extranjeros que vienen a la Costa del Sol huyendo del frío que sufren en sus países de origen.
Incluso durante el período invernal puedes ver a algunos malagueños y visitantes disfrutando de los cálidos rayos de sol sobre la arena de nuestras playas. Y si, por avatares del destino, estás en nuestra la ciudad durante uno de los pocos días lluviosos que tenemos al año, siempre puedes aprovechar para visitar alguno de los museos que están repartidos por el centro histórico.
No obstante, con más de 30 museos, Málaga se ha convertido en una verdadera Ciudad de los Museos. Entre los más destacados puedes encontrar algunos de gran renombre como el Museo Picasso, el Centre Pompidou, la Colección del Museo Ruso de San Petersburgo o el Museo Carmen Thyssen.
Como ves, hay planes de sobra para pasar un invierno agradable en Málaga.
10. Hondarribia – Viajar cuesta lo que cueste
¡Hola amigos! Soy Alejandra del blog Viajar Cueste Lo Que Cueste y uno de mis lugares favoritos en invierno es la ciudad de Hondarribia (en español Fuenterrabía), Guipúzcoa.
En primer lugar porque es bella y tranquila. Se encuentra rodeada por un lado el mar Cantábrico y por el otro el río Bidasoa. Para mí caminar por su paseo marítimo es muy relajante y logras desconectar de los ruidos estresantes de la capital. También si estamos en Euskadi no se puede olvidar que su gastronomía es maravillosa, los mejores “pintxos” están aquí y las tascas son un viaje al pasado. En invierno están las playas desiertas aunque siempre hay algún valiente que se toma un baño.
No solo tiene playa, pues las antiguas murallas en ruina que la rodean, te dan una idea que aquí pasaron siglos importantes de nuestra historia. Es una ciudad limítrofe y cruzando en una pequeña barca estas en Francia (Hendaya) lo que la hace única. Está muy cerca de otras atracciones y ciudades por la que recomiendo hacer base en ella y recorrer sin prisa lo que nos ofrece esta región. Reza un cartel por la ciudad “Hondarribia abierta al mundo” y esta frase la hago propia.
11. San Sebastián – Se hace camino al andar
La ciudad de San Sebastián es ideal para visitarla en verano: tiene 4 playas, unos paseos preciosos, está rodeada por 3 montes y muchas opciones deportivas pero lo que no tanta gente sabe es lo preciosa que se vuelve en invierno:
A pesar de ser una ciudad costera, San Sebastián suele cubrirse de un manto de nieve con «relativa» frecuencia. Sí, no es raro ver blancas las playas de San Sebastián… A mí, sin embargo, lo que más me gusta es cuando llega un temporal de viento a San Sebastián que hace que las olas crezcan y se creen unas olas gigantes que azotan toda la costa donostiarra.
Si no llueve me suelo llevar la cámara, pero si llueve (en ocasiones lo hace torrencialmente), me enfundo un chubasquero y no me importa nada empaparme. Tras una ducha caliente al llegar a casa, puedes presumir de haber realizado uno de los planes más donostiarras posible.
12. Sevilla – Mi ruta
“…Me senté en una plaza llena de colores,
Y aspiré el suave aroma que dejan las flores
Al amanecer.”…
“…Y jugar a ser paloma que cruza Triana
Ser jardín entre naranjos blancos de azahares…”
Sevilla es una ciudad para ser paseada, para dejarse llevar por sus calles estrechas del barrio de Santa cruz en verano, o por la soleada Avenida de la Constitución en invierno.
Me gusta Sevilla en invierno, en una mañana de domingo. Pasear desde Puerta Jerez y su bonita fuente hasta la Plaza del Cabildo, donde al amparo de sus preciosos soportales se celebra el mercadillo numismático y rebuscar entre sus puestos sellos o monedas de cualquier parte del mundo. Sin prisas, descubriendo diseños y dibujos de otras épocas antiguas. Y guardarlos en un pequeño sobre que me recuerda a mi infancia.
Me gusta continuar hasta la magnífica Catedral de Sevilla, la catedral gótica cristiana con mayor superficie del mundo y desde mi punto de vista una de las más bonitas que conozco. Sentarme en la Plaza de la inmaculada centro de un triángulo mágico Patrimonio de la humanidad desde 1987, La Catedral de Sevilla, los Reales alcázares y el Archivo de india. Plaza donde cada 8 de Diciembre, noche de la celebración de la inmaculada, se reúnen las tunas universitarias para celebrar su onomástica.
“Lo malo no es que los sevillanos piensen que tienen la ciudad más bonita del mundo. Lo peor es que puede que tengan hasta razón” – Antonio Gala
13. Casas del Río, Valencia – Viajando Contigo
Situada en un extremo del Parque Natural de las Hoces del Cabriel, Casas del Río es una pequeña pedanía de la comarca de Requena (Valencia) que apenas cuenta con veinte habitantes en invierno mientras que en verano su población se dispara hasta más de dos mil personas.
Durante la época estival, la posibilidad de bañarse en las frías aguas del Cabriel es el mayor atractivo de esta población, sin embargo, durante el invierno, se pueden practicar deportes de montaña como el senderismo o ciclismo y disfrutar de una tranquilidad absoluta ya que no suele haber turistas. Esta falta de presencia humana hace que puedas ver cabras montesas, jabalís, corzos y zorros muy fácilmente. Pero tendrás que abrigarte, aunque el pueblo se encuentra en un valle, suele helar a diario.
Testigo de ello es la noria de riego, cuya agua sobrante se hiela en la estructura formando estalactitas. Esta construcción data del siglo XVIII y es la única en funcionamiento de toda la Comunidad Valenciana. Aunque Casas del Río cuenta con un hotel rural, ahora mismo se encuentra cerrado indefinidamente. Aún así, el invierno es la mejor época para disfrutar de la chimenea, la cocina de pueblo mientras disfrutas de un silencio absoluto solo truncado por el cantar de los pájaros o algún que otro búho.
14. Canfranc, Huesca – Emociones Viajeras
Canfranc es un pueblo fronterizo que nació en el siglo XI, justo al lado del Camino Francés en una encrucijada de caminos. Gracias a su situación geográfica, Canfranc es un pueblo que inspira historia, y es que además se encuentra en un soberbio territorio rodeado de colosales picos, angostos barrancos y caudalosos torrentes. Su centro histórico medieval quedó relegado a un segundo plano cuando se construyó la espectacular Estación ferroviaria internacional, uno de los mayores hitos arquitectónicos del Aragón del siglo XX.
Dentro de su riqueza patrimonial podemos encontrar, además de la estación, la Torreta de Fusilería, la ruta de los búnkeres, Coll de Ladrones o el Camino de Santiago.
Canfranc se encuentra en un entorno increíble, rodeado con más de 300 km. de senderos señalizados de rutas de montaña, y muy cerca de las estaciones de esquí de Candanchú y Astún. También están cerca las Cuevas de Villanúa, que se encuentran solamente a unos 5 minutos en coche.
De camino os podéis detener a hacer una visita cultural a la ciudad de Jaca, también al Monasterio de San Juan de la Peña, que se encuentra alrededor de una media hora hacia el sur. Os podéis hacer una idea de lo bien que lo pasamos en Canfranc si pincháis en este enlace.
15. Serranía de Cuenca – Gastando Suela
Si tuviera que recomendar un lugar que visitar en invierno (o en cualquier otra época del año), recomendaría sin dudarlo la Serranía de Cuenca, en concreto el parque natural del Alto Tajo.
Si el lugar en verano es idílico para realizar excursiones, en invierno el paisaje lleno de nieve te enamora. Puedes ir a pasear por el Nacimiento del Cuervo o perderte entre las curvas y los barrancos de la Hoz de Beteta, para después calentarte delante de la chimenea en cualquier bar de los pueblos cercanos (Masegosa, Beteta, El Tobar).
Fuente: Meraviglia
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