Hay innumerables motivos por los que nos encanta viajar. Para la mayoría de nosotros, viajar supone una pausa en la vida diaria, un cambio en lo cotidiano, una forma de liberarnos del estrés y de cargar las pilas.
Hay países y regiones en el mundo especiales para esto, lugares en los que desintoxicarse del trabajo, las reuniones, los atascos… Te presentamos 5 viajes para relajarte y encontrar la paz interior en cuanto te bajes del avión: desde impresionantes y relajantes océanos hasta históricos centros budistas. Tú decides.
Sumérgete en el aroma y color de la India
Caótica e inspiradora, la India es un camino de descubrimiento continuo. Un buen lugar para comenzar este camino es la capital, Nueva Delhi. Esta vibrante metropolis es conocida por sus numerosos mercados llenos de especias aromáticas y seda de colores. Solo tienes que dejarte llevar.
Pasa al siguiente nivel de relax; únete a un safari por el desierto de Thar, un paisaje interminable de kilómetros de dunas. La magia del desierto ayuda al viajero a conocer sus propios límites y a conectar de nuevo con su yo interior.
Completa tu viaje por la India con una visita a la ciudad sagrada de Varanasi. Escala uno de los templos al amanecer o realiza un viaje en barca y contempla a los peregrinos que acuden al Ganges a rezar. Para la occasion: Namaste.
Fusiónate con la naturaleza en Nicaragua
A diferencia de su vecino Costa Rica, Nicaragua es un país poco conocido, pero perfecto para aquellos viajeros que buscan volver a conectar con su yo interior y con la tierra. Los paisajes salvajes de Nicaragua son perfectos para los excursionistas y los amantes de la fotografía. Nicaragua es tranquilidad: sentarse en la playa y ver cómo el mar choca contra los acantilados.
Debido a su aislamiento y a su tranquilidad, la Costa Esmeralda es un lugar ideal para purificar el espíritu a través del yoga, la meditación y tratamientos de spa. Descarga tu energía con diferentes actividades: canoa, senderismo por los volcanes, surf o pesca. Si todavía tienes energía al anochecer, visita la comuna surfera en Playa Gigante y charla con otros viajeros afines a ti.
Resdescubre Bali
Si piensas en Bali, lo primero que se te vendrá a la cabeza serán playas impresionantes, mochileros y figuras de Buddha por todas partes. Sin embargo, Bali es también un destino perfecto para relajar cuerpo y mente. Tienes varias posibilidades según tus gustos:
- En Seminyak podrás encontrar todo lo que necesitas para volver como nuevo a casa: retiros espirituales, buena gastronomía e instalaciones de spa.
- En Ubud encontrarás muchos artistas y amantes de la naturaleza que vienen a hacer senderismo por los impresionantes paisajes.
Visita también el templo Lempuyang, también conocido como el “templo de los mil escalones”, que se encuentra en la cima del monte Belibis, y disfruta de unas vistas espectaculares. Disfruta de una bebida de coco en una de las famosas terrazas de arroz, por ejemplo, en Tegalalang y experimenta el día a día de los balineses.
Piérdete entre las ruinas de Isla Mujeres
Esta isla de ensueño se encuentra cerca de Cancún, México, y es famosa por sus maravillosas playas de arena blanca, el agua turquesa del mar y por la amabilidad de su gente. Además, es el hogar de ruinas mayas como el templo dedicado a Ixchel, la diosa maya de la fertilidad.
Una semana en Isla Mujeres será suficiente para que te deshagas de todo el estrés acumulado sin aburrirte. Únete a clases de yoga al amanecer, refréscate en el océano, nada o bucea entre las barreras de coral, o recorre los caminos que llevan hasta Punta Sur. En esta punta de la isla podrás admirar los antiguos templos construidos en los acantilados.
Isla Mujeres es el destino perfecto si buscas desconectar de la rutina y te ofrece una combinación única: paisajes caribeños impresionantes, herencia maya y gente amable.
Isla Sanibel: paz y tranquilidad en estado puro
Ni siquiera el puente de varios carriles que conecta la isla con tierra firme desde 2007 consigue perturbar la paz y tranquilidad de Sanibel. En esta soleada isla del Golfo de México no encontrarás grupos de universitarios, colonias de jubilados ni edificios más altos que las palmeras. Una ley de la isla perfecta para la vista.
El día se presenta con un abánico de posibilidades de lo más relajante: por la mañana, cuando el sol es todavía suave, puedes observar el frenético estar de los pájaros palmípedos, a las orgullosas garzas o a los siempre cómicos pelícanos. La banda sonora de la mañana la ponen las olas y el murmullo del aleteo de los bancos de peces que saltan de una ola a otra.
Tu ocupación principal sera recoger preciosas conchas en la playa de todas las formas y tamaños. Si tienes molestias de tanto agacharte, encontrarás una solución sencilla en el spa de cualquier hotel de la isla. Paz y tranquilidad en estado puro.
Fuente: Kayak
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