Nos volvemos locos por viajar. Estamos deseando que lleguen las vacaciones o tener unos días libres para escaparnos y abandonar la rutina en un escenario diferente al habitual. Pero cuando se va acercando la fecha de partir hay algo que a veces nos puede hasta generar cierta ansiedad: el equipaje. El auge de los viajes low cost y las restricciones en las dimensiones y peso permitidos para nuestras maletas de cabina hacen que esta situación se haya complicado en los últimos tiempos. Pero tranquilos. Respiremos hondo. Hay múltiples consejos para poder viajar muchos días con poco equipaje. La razón y algo de estrategia pueden ser nuestros mejores aliados.
1. ¿Estás seguro de que vas a utilizar esos zapatos?
Seamos consecuentes. Igual que hemos dedicado tiempo a elegir nuestro destino, reservar hoteles, preparar la ruta para cada día, conocer la historia y costumbres locales, …, ¿por qué no dedicar un rato a seleccionar lo que realmente vamos a necesitar? Todas esas camisas, esos tacones, las zapatillas de running por si nos da por correr… Recapacita. Piensa en los días que vas a estar, la agenda prevista, etc., y verás como será más fácil hacer el equipaje con cabeza.
2. Los básicos al poder.
Cada viaje requiere una indumentaria. Si viajamos a Viena y nos vamos a ‘chupar’ enterito el programa de ópera, no debe faltar la ropa de gala. Pero si nos vamos a patear media Europa en ‘interrail’ mejor ropa sueltecita, cómoda y más casual. Varias camisetas, un vaquero, unas bermudas, algo de manga larga o un chubasquero y calzado cómodo (sandalias, zapatillas de deporte, etc.). Siempre podemos aprovechar y hacer alguna parada y lavar ropa en una lavandería pública o en un hotel.
3. ‘Enróllate con la ropa’.
Aunque llevemos una maleta de cabina la estrategia es clave a la hora de aprovechar al máximo el espacio disponible. Enrollar la ropa (camisetas, pantalones, calcetines, ropa interior, etc.), aunque pueda parecer una locura, nos permitirá maximizar el espacio. Además, si lo hacemos bien, la ropa no se arruga. Hace falta precisión y talento, y sabemos que de eso andáis sobrados.
4. Lo más pesado, puesto.
A la hora de los trayectos en avión, lo mejor es que las prendas más pesadas o voluminosas las llevemos puestas. Es la mejor forma de que en nuestra maleta entren a la perfección el mayor número de prendas.
5. Allí donde viajas también hay tiendas.
A veces nos obsesionamos con llevar cosas en la maleta que encontraremos fácilmente en el lugar al que nos dirigimos. Muchos productos como champú, pasta de dientes, etc., los podemos adquirir nada más llegar a nuestro destino, y así podemos hacer algo de hueco en la maleta. Lo mismo sucede con el resto de pertenencias: comprar una camiseta básica o un pequeño paraguas no nos supondrá un gasto excesivo. En cambio no obsesionarnos con lo que metemos en la maleta nos traerá un extra de tranquilidad.
6. La documentación, siempre encima.
La documentación personal y la relativa a nuestro viaje es aconsejable llevarla siempre encima. Por eso es bueno llevar cuando se viaje una prenda con bolsillos amplios y seguros, para tener siempre a mano y a buen recaudo nuestras credenciales.
7. Elegir la maleta de cabina adecuada.
Blandas o rígidas. Hay maletas para todos los gustos en lo que a dimensiones de cabina se refiere. Hay quien las prefiere blandas para ‘jugar’ algo más con el contenido; o las rígidas, para compactar al máximo las pertenencias. Es una cuestión muy personal, y cada uno tiene sus razones para elegir una u otra. En Maletas Tony podéis encontrar opciones para todos los gustos y necesidades en maletas de cabina, solo hay que visitar nuestra tienda.
Y si ya lo tenéis claro, solo os queda preparar la maleta y viajar a ese destino anhelado. Esperamos que os resulten interesantes estos consejos. Por cierto, os dejamos otro de nuestros post con varios trucos para hacer la maleta perfecta. ¡Buen viaje!
Fuente: Maletas Tony