Pueblos de España que debes visitar

Descubre los lugares con más encanto del país y piérdete entre cientos de rincones mágicos.

Si hay alguien que conoce cada rincón de nuestro país como la palma de su mano, ese es David Espada, viajero incansable y autor de Sitios de España. Hemos aunado fuerzas para seleccionar los 20 pueblos más bonitos de España y encontrar el alojamiento perfecto para descubrir cada uno de ellos.

España es un país cargado de atractivos. Entre ellos, sus bellos pueblos. Medievales, de montaña, marineros… los hay para todos los gustos y estilos. ¿Cuántos pueblos bonitos y cargados de encanto habrá en España? ¡Innumerables! Podríamos pasarnos la vida entera visitándolos y no terminaríamos. Para ahorraros ese “trabajo”, en Sitios de España hemos elegido los que para nosotros son los 20 más bonitos, los que todos deberíamos visitar alguna vez en la vida:

1. Albarracín – Teruel

Albarracín es un pueblo turolense con mucho encanto. Considerado un monumento en sí mismo, el trazado de sus calles con sinuosos pasadizos, sus caseríos de tono rojizo y su muralla, hacen que cada rincón sea único y especial. Te aconsejamos que observes cada uno de ellos, no te dejarán indiferente.

Entre su entramado de calles y edificios, descubrirás sus monumentos más destacables: la Plaza Mayor, su catedral y las iglesias de Santiago y Santa María. Si eres un amante de la naturaleza, acércate a las Frías de Albarracín, donde nace el río Tajo, ya que te deparan paisajes dignos de admirar.

2. Alquézar – Huesca

Alquézar se encuentra situado en un entorno natural privilegiado, en el corazón del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara. Sus calles estrechas y empedradas invitan a pasear por ellas y descubrir cada uno de sus rincones.

El castillo y la colegiata de Santa María son sus monumentos más característicos. Además, desde Alquézar parte la conocida ruta de las Pasarelas del Vero. Un espectacular paseo por el cañón que durante miles de años ha forjado el río Vero.

3. Aínsa – Huesca

Entre los ríos Ara y Cinca se levanta este encantador pueblo, Aínsa. Uno de los pueblos medievales más bellos y mejor conservados del país. Una de las primeras paradas es su castillo-fortaleza, el cual suele usarse como entrada a la villa. Además, desde él y mirando a su Plaza Mayor, se puede disfrutar de una de las estampas más conocidas de Aínsa.

Y es desde su preciosa Plaza Mayor desde donde parten varias calles empedradas que nos llevarán a descubrir cada uno de sus rincones, monumentos y miradores. Gracias a su situación, es uno de los mejores lugares para alojarse cuando se visita el Pirineo Aragonés.

4. Alarcón – Cuenca

Alarcón es un pueblo muy pequeño pero con una historia inmensa. Tanto su situación, en un meandro del río Júcar, como su patrimonio, lo convierten en un pueblo bellísimo y con mucho encanto. Un lugar perfecto para descansar y desconectar disfrutando de su paz y ambiente medieval.

Cuando entres a su recinto amurallado sentirás regresar a las culturas que lo poblaron y crearon su trazado dentro de su muralla, que aún se mantiene casi intacta. ¿Te apetece sentir esa sensación y volver al Medievo?

5. Mojácar – Almería

Mojácar es uno de esos pueblos andaluces que invita a ser descubierto. Este rincón de Almería ofrece alternativas para todo tipo de visitantes. Sol, playa, chiringuito y una activa vida nocturna en verano. Paseos por calles estrechas, terrazas, contraste de blancos y azul del mar y miradores de infarto desde los que contemplar la costa.

El centro histórico se sitúa en la parte alta del municipio, a 175 metros sobre el nivel del mar. Es una postal que cautiva a todo el que la visita y que invita a adentrarse en sus callejuelas desordenadas.

6. Pedraza – Segovia

Pedraza es uno de los pocos pueblos de España totalmente amurallados. Al pasar por su puerta morisca, único punto de acceso a la villa, el visitante siente trasladarse al Medievo. La primera parada la hará en la Plaza Mayor, flanqueada por palacios y antiguas casonas datadas en los siglos XVI y XVI.

Esta plaza medieval se ilumina con miles de velas los dos primeros fines de semana de julio en su ya conocida “Noche de las Velas”, y alberga conciertos con los mejores músicos del momento. ¡Un auténtico espectáculo para los sentidos! Otro de los atractivos de Pedraza es su castillo (también conocido por ser el Museo Ignacio Zuloaga), situado en el borde del cerro sobre el que se asienta la localidad rodeado por un foso y precipicio.

7. Sos del Rey Católico – Zaragoza

Declarado en 1968 conjunto histórico-artístico, Sos del Rey Católico es, sin duda, uno de los pueblos medievales más bellos de España. Asentado sobre una roca de impresionantes dimensiones, sus calles y casas empedradas han sido testigos de una intensa actividad histórica a lo largo del tiempo.

El nacimiento del rey Fernando el Católico el 10 de marzo de 1452 marcaría sin duda la trayectoria de este pueblo en el que pasear hoy traslada a sus visitantes a los momentos históricos que vivió. Descubrir su judería, su plaza de la Villa, maravillarse con las pinturas del s.XIII de su cripta y recorrer los escenarios cinematográficos de la película de La Vaquilla, son algunas de las intersantes actividades que ofrece este pueblo de no más de 500 habitantes.

8. Frigiliana – Málaga

Frigiliana es uno de esos rincones malagueños que no puedes perderte. Situado a los pies del Parque Natural de las Sierras de Almijara, Tejeda y Alhama, este pueblo andaluz de estrechas callejuelas y casas blancas decoradas con flores por sus vecinos invita a pasear por su laberíntico entramado al mismo tiempo que se contempla el paisaje de la sierra desde los puntos más altos.

¡No te pierdas el Barribarto, o barrio alto, conjunto monumental declarado Bien de Interés Cultural! Conocido como la Villa de las 3 Culturas, este pueblo ofrece una amplísima oferta de ocio. Su cercanía con las playas de Nerja, cuyas cuevas son mundialmente conocidas, lo convierten en un lugar ideal para el turista que quiera naturaleza, historia y arena.

9. Zuheros – Córdoba

Se encuentra en pleno Parque Natural de las Sierras Subbéticas. Sus calles estrechas y sinuosas invitan a pasear por ellas y disfrutar de la mágica luz que inunda los Pueblos Blancos y de la paz que en ellas se respira.

Cerca de él existen varios miradores desde los que disfrutar de la belleza del pueblo y de los paisajes que lo enmarcan.

10. Morella – Castellón

A medida que el viajero va llegando a Morella se sorprende de la disposición ordenada de sus casas solariegas, bordeadas por casi 2 kilómetros de muralla y coronadas todas ellas por un castillo a más de mil metros de altura. Parece un paisaje de auténtica película. La postal que este pueblo de Castellón ofrece es única y singular e invita a contemplarla desde la distancia y desde lo alto de su castillo, dispuesto sobre una imponente roca.

Si estás por Castellón este verano, aléjate de la costa y a 60 kilómetros de allí te encontrarás este monumental pueblo. Además, se celebra un festival de música barroca cuyo protagonista principal es un órgano de más 3000 tubos, reliquia de la basílica gótica, considerado uno de los más bellos templos del Mediterráneo.

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