7 razones para viajar: ¡porque viajar es vivir!
Han sido dos las veces que he tenido la necesidad de emular a uno de mis héroes de la infancia: Sir Phileas Fogg. El personaje de Julio Verne era para mí un león, al que acompañaban un gato y un ratón en sus aventuras por el mundo. Un león muy elegante, todo sea dicho. Benditos dibujos animados de la época. Di la primera vuelta al mundo en 2003-2004, la segunda durante el año 2011 y en 2008 pasé 7 meses recorriendo Sudamérica.
Son viajes diferentes, donde intentas absorber distintos paisajes y culturas en un tiempo limitado. O no. Porque hay gente que jamás regresa y se vuelve nómada. Creo que no sabrás qué tipo de destino te espera a ti hasta que vives la experiencia. Pero tomar la decisión de embarcarte en una aventura no es fácil. Nuestra sociedad está establecida de una manera y lo que vas a hacer se salta muchas de las normas marcadas. Si la idea de un viaje así (no necesariamente una vuelta al mundo, pero sí uno que implique dejar cosas atrás y estar meses en la carretera) ronda tu cabeza pero no te atreves a dar el paso, aquí te dejo una serie de razones que espero que te ayuden a saltar al vacío de la aventura:
1.-No te preocupes, a tu vuelta todos seguirán igual
Estás acostumbrado a ver a tus amigos, o amigas, con regularidad. Te sientes muy apegado a tu familia, tu equipo de fútbol, tus cafés o cervezas con ellos, tus cenitas de los viernes… Y tienes miedo de que, si te marchas un tiempo largo, a tu regreso todo haya cambiado y te sientas un extraño. Puede ocurrir. Pero el que habrás cambiado serás tú, no ellos. Sin embargo, el caso más común es que tu cambio no sea tan grande como para no seguir apreciando esas pequeñas cosas de la vida que antes te llenaban. Ellos, todos, estarán igual que cuando te marchaste.
2.-Es algo que jamás olvidarás
El que vas a hacer, no es un viaje común, sino una aventura que te llevará a enfrentarte, durante meses, a lo desconocido y a ti mismo. Conocerás gente de distintos países, procedencia, condición social, cultura, etc. Verás paisajes de todo tipo y correrás aventuras y desventuras que se grabarán a fuego en tu memoria. Si todas ellas tienen final feliz, es algo que algún día podrás contar a tus hijos y nietos.
3.-Te ayudará a conocerte a ti mismo
Un largo periplo por el mundo no sólo es un viaje exterior sino también interior.Te vas a encontrar en muchas situaciones límite a las que no estás acostumbrado. Algunas serán negativas – largas esperas para coger destartalados vehículos de transporte, días de calor, frío o lluvia insoportables, enfermedades – y otras positivas –lugares que te atrapen, personas de las que puedas enamorarte – y todos ellos pondrán a prueba tu voluntad y forma de ser. Descubrirás aspectos de ti mismo que desconocías y el viaje te ayudará a moldear tu personalidad. Casi seguro que mejorarás.
4.-Una buena forma de cortar con la rutina
Los esquemas de la sociedad actual hacen que, en muchas ocasiones, nos hallemos inmersos en una rutina que nos tiene anulados. La mayoría de veces no sabemos cómo hemos llegado a esta situación y estamos tan metidos en ella que no contemplamos otra forma de vida. Es cierto que la rutina puede ser muy buena y hacernos felices, pero, incluso siendo así, nunca viene mal arriesgar un poco y ver, durante un tiempo, que hay del otro lado.Si tu rutina es de las que te hace infeliz, entonces ya no hay ninguna duda. Cuélgate tu mochila al hombro y lárgate a conocer mundo y vivir la vida. Estoy seguro de que no tienes nada que perder.
5.-Abrir la mente a otras culturas y gentes
Salvo que seas un auténtico cabestro como persona, hay una gran verdad que puede aplicarse a casi cualquier viaje: viajar te abre la mente y te hace más tolerante.Al viajar entras en contacto con gentes que profesan una cultura muy distinta a la tuya. Para enriquecerlo aún más, nada tienen que ver las costumbres que encontrarás en los bosques tropicales del sureste de Asia con las que tendrán las personas que habiten ese mismo tipo de bosques en Sudamérica. Y qué decir de África, mi gran debilidad que hace que mi alma y pensamiento viajen hacia allí casi a diario.
Intenta no correr demasiado. Quédate un tiempo en cada lugar y mézclate con los locales tanto como te sea posible. Los paisajes pueden ser increíbles pero al final lo que queda grabado a fuego es la experiencia que has tenido con las personas.
6.-Dar un cambio a tu vida
Hay muchas razones que te pueden llevar a necesitar dar un cambio radical a tu vida. Un trabajo que te hace sentir miserable, un desamor que te ha roto por enésima vez el corazón, el sentimiento de saber que hay mucho mundo ahí fuera y ha llegado el momento de descubrirlo… Hay motivos de todo tipo. En mi caso, un tumor benigno a los 25 años me despertó de mi letargo. Todos los médicos pensaban que era cáncer y me sentí afortunado cuando me dijeron que se habían equivocado. Aún a día de hoy sigo lidiando con las secuelas físicas que ese tumor dejó en mí, pero todo es llevadero.Yo no era un infeliz con la vida que llevaba en Alicante, pero siempre tuve una voz interior aventurera a la que daba largas sin cesar. Gracias a este episodio de mi vida, la escuché.
No tengas miedo y rompe la baraja. Es un paso que suele costar pero piensa que, si estás sumido en un agujero de infelicidad, cualquier cambio sólo puede ser para mejor. En este caso, te aseguro, será para un millón de veces mejor.
7.-Simplemente, porque viajar es genial
Pues sí, para qué vamos a negarlo. Esta afirmación no es aplicable al 100% de la población, pero sí a una gran mayoría. Cuando las cosas se ponen mal en el trabajo, apartas la mirada de la pantalla del ordenador y te imaginas en un bonito lugar del mundo donde las preocupaciones no pueden alcanzarte.Cuando viajas desconectas de los problemas, conoces a gente genial, disfrutas de paisajes espectaculares o ciudades interesantes e históricas, degustas platos de gastronomías sabrosas y distintas, experimentas… Vives.El ser humano nació y evolucionó como nómada y es algo que quedó grabado a fuego en nuestro ADN. Moverse es evolucionar y evolucionar es vivir. Viajar es vivir.Bueno, entonces, ¿a qué esperas para dar un golpe en la mesa y hacer tus sueños realidad? Venga, te voy llamando un taxi para ir al aeropuerto, pero no olvides antes reservar un vuelo barato a cualquier destino que hayas elegido, el resto puedes encontrarlo durante el camino…
Fuente: Rumbo