Tipos de turismo

 

Desde principios de los años ochenta el turismo cultural ha cobrado un creciente interés, mostrando un crecimiento apreciable en todo el mundo. Debido fundamentalmente a una combinación de factores tales como la revaloración del patrimonio cultural, y la ampliación y diversificación de las prácticas culturales.  En este artículo veremos, como lo hemos hecho con los otros tipos de turismo, sus antecedentes y las distintas modalidades que han ido surgiendo, con los comentarios que consideramos oportunos.

El turismo cultural es, sin duda, la forma más antigua de lo que hoy conocemos como turismo.   Sus antecedentes se remontan al denominado grand tour de fines del siglo XVI.  Sin embargo, a pesar de tratarse de una forma de turismo tan antigua, no se ha podido lograr todavía un consenso sobre las variadas y hasta contradictorias  definiciones que se dan  del mismo. 

Una de las primeras definiciones de este tipo de turismo es la dada por el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, ICOMOS (por su sigla en inglés), en la Carta del Turismo Cultural adoptada en Bélgica en 1976.  Esa definición, a la cual aún hoy muchos hacen mención, tenía  una visión muy estrecha del turismo cultural, y no lo visualizaba en su total dimensión.  Lo veía en realidad desde la óptica de la  protección de los monumentos y sitios históricos-culturales, que es precisamente la misión del referido consejo.

No es sino hasta que el ICOMOS adopta la nueva Carta Internacional sobre el Turismo Cultural  de 1999, que siguiendo las directrices de la Organización Mundial del Turismo revisa dicha definición, y pasa a definir el turismo cultural como “un movimiento de personas esencialmente por una motivación cultural, tal como el viaje de estudios, representaciones artísticas, festivales u otros eventos culturales, visitas a lugares y monumentos, folklore, arte o peregrinación”.

Aún así, el hecho de que existan características tan heterogéneas tanto del lado de la oferta de productos y servicios asociados a este tipo de turismo, como de la demanda de los mismos por el variado perfil de los turistas a los cuales van dirigidos, continúa siendo  uno de los principales obstáculos que ha dificultado el logro de una definición conceptual universalmente reconocida y aceptada de este tipo de turismo.

No obstante esa dificultad,  es preciso recordar que el turismo cultural surge como consecuencia de  una de las principales motivaciones de viajes de los turistas, que es el deseo de conocer nuevos lugares, nuevos pueblos y las manifestaciones de su cultura (legado histórico-cultural, usos y costumbres, y sus expresiones artísticas en todas sus manifestaciones).   Y que esas motivaciones han dado lugar al surgimiento a las distintas modalidades de turismo cultural que se observan en la actualidad.   Algunas de las cuales mencionamos a continuación, aunque no necesariamente en orden cronológico o de importancia.

Turismo monumental.  Es la denominación con la cual se identifica al turismo orientado a conocer, no sólo los grandes íconos de la cultura europea que desde la época del grand tour han atraído siempre la mirada y el interés de los viajeros,   ciudades como Londres, Madrid, París, Roma, Atentas, Venecia o Florencia, por mencionar algunas de ellas,  constituyen algunos de los principales centros de atracción  en estos viajes, sino también para conocer los sitios y ciudades históricas declarados por la UNESCO “patrimonio de la humanidad” muchas de las cuales se encuentran en Latinoamérica.  

Turismo urbano.  El turismo urbano es una modalidad de turismo que  comenzó a tener un crecimiento muy significativo  a partir de principios de los años ochenta.   En un intento de explicar este crecimiento  Nova Castillo (2005)  menciona que “el floreciente auge del turismo urbano ya no está supeditado a las grandes capitales íconos de la civilización occidental. Hoy se observa un sostenido crecimiento de la actividad turística en ciudades modernas, que no necesariamente ostentan un peso histórico relevante y que, ya sea por su condición de ciudades cosmopolitas, por su localización estratégica como nodos de distribución y canalización de flujos económicos, financieros y turísticos o por la acertada y bien planificada dotación de espacios, instalaciones y equipamiento, han comenzado a vislumbrar en el turismo una vía de desarrollo, expansión y generación de riqueza que puede contribuir a la mejora de la calidad de vida de sus propios residentes” 

El turismo urbano por tanto, se ha convertido en la actualidad en una actividad de interés de las pequeñas ciudades y de grandes metrópolis, de ciudades de tradición turística y de ciudades que han adquirido esa característica más recientemente, así como de ciudades activas en distintos ámbitos relacionados con el turismo, especialmente con las ferias, y  los congresos y convenciones.

Turismo etnográfico.  Con esta denominación se identifica aquel  turismo cuyos viajes  tienen como principal motivación el conocimiento de los usos y costumbres de las denominadas culturas escasas, extrañas y atractivas a la mirada, tales como  pueblos indígenas, grupos étnicos específicos y poco numerosos, e incluso, de comunidades campesinas.  En Latinoamérica el turismo etnográfico, orientado al conocimiento de comunidades campesinas y de grupos étnicos específicos  esta bastante desarrollado en el Perú.   Especialmente en las zonas selváticas de los departamentos de Madre de Dios y Loreto.

Turismo arqueológico, o arqueoturismo.   En el caso del turismo arqueológico, los viajes están relacionados con el deseo de conocer y apreciar  los vestigios de las culturas antiguas.  Países como Egipto, Grecia, Israel, Italia, Jordania, Siria o Turquía, así como México, Guatemala y Perú, en Latinoamérica, están considerados como importantes “destinos arqueoturísticos”.  Es interesante mencionar que entre los diez principales destinos de interés turísticos por la importancia de su patrimonio  arqueológico, Perú ocupa el 3er. lugar, y México el 6to.  Guatemala se ubica ya en el 11vo. puesto.


Rutas de turismo cultural.  Otra de las modalidades del turismo cultural son  las llamadas “rutas culturales”, en las cuales a lo largo de su recorrido se pueden conocer y apreciar   importantes  vestigios de su rico patrimonio  histórico-cultural.    Entre estas rutas  sobresalen, a nivel internacional, la Ruta de la Seda, la Ruta del Esclavo, y el Camino de Santiago, y en el caso de Latinoamérica, las más conocidas son las rutas  del Mundo Maya, y el Camino del Inca.

Fuente: Portal de América

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