Por qué viajar con tus amigos

Lleváis meses prometiéndooslo, incluso años: «¡Tenemos que ir juntas a Berlín!«; «¡Sería genial recorrer los tres Latinoamérica!» No obstante, pasa el tiempo y parece que nadie se arranca a poner el plan en marcha, a pesar de que -lo sabéis en lo más profundo de vuestro corazón- es una de las mejores experiencias del mundo.

Tiempo de lectura 4 minutos

Preguntadle a cualquiera que lo haya probado: no hay nada como viajar con amigos/as. Sientes una complicidad tan brutal con ellos que puedes hacer cualquier cosa, por excéntrica que sea; te animan a poner a prueba tus límites (ningún día aburrido empezó con un «¿A que no hay huevos…?») ; te incitan a dejar salir tu yo más juguetón y sabes que, pase lo que pase, las locuras que cometas mientras estés fuera de casa quedarán para siempre entre vosotros (y, pase el tiempo que pase, bastará un gesto para recordarlas y echaros automáticamente a reír ) .

Lo dicen hasta los expertos : «Las amistades, presuponiendo que son buenas y verdaderas, repercuten positivamente en nuestra salud física y psíquica. De estas relaciones obtenemos beneficios como el aumento de nuestra autoestima, pues nos sentimos valorados y útiles para los demás. Además, los amigos/as disminuyen nuestra ansiedad ante situaciones estresantes, nos ofrecen ayuda, comprensión y compañía y generan en nosotros emociones positivas y momentos de felicidad, contribuyendo así a aumentar nuestro bienestar emocional».

Quien lo explica es Eva M. Almansa López, co-directora de Psicólogos de Familia, y sólo con esa definición ya podríamos dar por terminado este artículo: ¡Los amigos son una fuente de felicidad! ¿Quién no querría pasar a su lado el mayor número de horas posible? No obstante, no es lo que ocurre con más asiduidad, pues, en nuestro tiempo de ocio, solemos anteponer otras compañías, como la pareja o la familia. ¿Por qué?

El hecho de que sea más habitual viajar con tu compañero/a podría deberse, según Almansa, a «la construcción que ha hecho la sociedad sobre lo que hay que hacer o no en pareja. Son muchas las personas que no planifican salidas de ocio con amigos porque no quieren dejar sola a la otra persona o a la familia. Igualmente, la economía en pareja y en familia es algo compartido y hacer frente a los gastos de viaje de uno de los miembros de forma independiente es imposible por cuestiones económicas o porque se percibe como un gesto egoísta, optando por hacer viajes familiares», detalla la profesional.

VIAJAR CON AMIGOS, UNA FUENTE INAGOTABLE DE BENEFICIOS

Sin embargo, los beneficios de viajar con la familia que tú has elegido son muchísimos, tantos que quizá vaya siendo hora de detenernos y no dejarnos llevar por lo de siempre: «Viajar con amigos supone compartir experiencias y situaciones que, de otra manera, igual no se hubiesen vivido conjuntamente, por lo que con ello conseguimos afianzar lazos y la posibilidad de conocer mejor a otras personas y grupos», explica Almansa.

Y eso no es todo: ¿Qué hay de esos amigos a los que hace tiempo que no ves porque viven en otra ciudad, o en otro país? ¿O de ese grupo tuyo que era inseparable pero que ahora, entre una cosa y otra, no encuentra tiempo para verse más de dos horas seguidas? Viajar es una manera excelente de reconectar con toda esa gente importante a la que no hemos podido dedicar tanto tiempo como hubiéramos querido el resto del año, y de crear nuevas conexiones y vivencias con ellos. Además, eligiéndolos como compañeros/as de viaje estarás cambiando no sólo de ambiente, sino también de compañía, a la vez que te tomas un respiro de tu pareja o tus seres queridos. ¡Será una tregua de la vida cotidiana, la cura perfecta contra el estrés !

PARA QUE LA AVENTURA LLEGUE A BUEN PUERTO…

Por supuesto, todo esto que suena tan bien sólo funcionará cuando los miembros del grupo sean camaradas de viaje compatibles : «En principio, y por las experiencias previas que hayamos tenido con las personas que pertenecen a nuestro círculo de amistad, podemos hacernos una idea de quién puede ser más afín para hacer un viaje. Incluso dependiendo del viaje que se quiera hacer, se preferirá un acompañante u otro, aunque, claramente, siempre está el amigo/a con el que iríamos a cualquier lugar. Intentar ir con personas que compartan nuestro ritmo e inquietud en el destino elegido nos dará más garantías», argumenta la experta.

Además, Almansa nos da unos cuantos consejos para que nuestras peripecias, seguro divertidísimas, tengan final feliz : «Es interesante tener definido el destino del viaje; organizarlo de forma conjunta; repartir las tareas entre los viajeros para poner en común posteriormente y decidir; saber ceder en las salidas, visitas o rutas que se quieran programar sin imponer nuestro criterio a toda costa ( a veces lo más insospechado es lo mejor ) ; acordar ciertas normas (con diálogo y comunicación) y tener mucha paciencia y humor : no hay que olvidarse que el objetivo final es pasarlo bien y divertirse «, culmina. Nada que no haga siempre un buen grupo de amigos, ¿no?

Fuente: Traveler

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