Viajar es una gran experiencia para todos los sentidos. Nos despierta el interés, nos divierte y nos permite ver lugares asombrosos y nutrirnos de otras culturas. Todo esto no se queda simplemente en el recuerdo y en algunas fotos, sino que además está relacionado con una serie de beneficios para tu cerebro.
El cerebro es un órgano plástico y es capaz de modificarse en función de nuestra experiencia. Como no va a ser menor, viajar nos da la oportunidad de vivir experiencias que retarán a nuestro cerebro.
5 efectos que viajar produce en tu cerebro
1. Aumenta tu creatividad
La creatividad es una capacidad que nos permite dar soluciones diferentes y originales a cualquier tipo de problema. Para ello, se requiere que la persona sea capaz de generar muchas ideas, que sea capaz de ponerse en otra perspectiva y encuentre una forma genuina de responder.
Viajar supone una inmersión cultural profunda. Nos envuelve en un ambiente en el que casi todo puede ser nuevo y nos pone en la tesitura de tomar perspectivas distintas. Esta idea no es sólo una hipótesis, un reciente estudio realizado por la “Academy of Management Journal” lo ha comprobado. En este estudio se ha descubierto que las personas que han trabajado y vivido experiencias profesionales en el extranjero son más imaginativas y creativas que las que permanecieron en su país de origen.
2. Amplía tus redes sociales
Es evidente que viajando se conocen lugares y personas nuevas. Nos relacionamos con más personas y muy diferentes. Pero además, en el caso de que viajes con compañía, un viaje fortalecerá la relación y la confianza entre ambos.
Por ejemplo, un estudio de revisión encontró que los viajes reducen la probabilidad de divorcio, fortalece los lazos familiares y mejora la sensación de bienestar.
¿Y que tiene que ver esto con el cerebro? Pues resulta que las relaciones sociales protegen nuestro cerebro. Tener una amplia red de amigos y, por tanto, de apoyo, y relacionarnos con ellos está asociado a una menor presencia de deterioro cognitivo. Además, involucrarnos en actividades con nuestros amigos nos libera de estrés, nos divertimos y reímos, todo ello actividades muy saludables para el cerebro.
3. Mejora tu capacidad de resolver problemas
Cuando exponemos a nuestro cerebro a situaciones nuevas, multitud de redes neuronales se activan para aprender todo lo posible. Es decir, enfrentarnos a algo nuevo es un estimulante enorme para nuestro cerebro. Gracias a la neurociencia, sabemos que exponer a menudo al cerebro a estas condiciones resulta beneficioso. Así, las conexiones neuronales se fortalecen e incluso, se pueden crear nuevas redes.
Estos cambios en el cerebro, se podrían traducir como una forma de entrenar a nuestro cerebro a resolver de forma más eficaz las tareas. Un ejemplo de ello es un estudio realizado por el “Journal of Personality and Social Psychology”, el cual concluyó que los estudiantes que han vivido en el extranjero tienen un rendimiento en tareas de resolución de problemas un 20% mejor que aquellos que no han viajado.
4. Aumenta la lucidez
Como decíamos anteriormente, exponer al cerebro a situaciones nuevas supone un boost de estimulación para éste, lo que mejora la conectividad. Así, esto no solo beneficia a la capacidad para resolver problemas, sino que también afecta a nuestra atención y velocidad de procesamiento. Cuando las redes neuronales son más fuertes, generalmente también son más rápidas. Por lo tanto, viajar y tener el cerebro activo aumentará tu lucidez.
Por otro lado, cuando viajamos solemos ir a rincones naturales característicos de cada lugar. En este sentido, se han realizado numerosas investigaciones que demuestran cómo la naturaleza puede mejorar tu memoria. Un nuevo estudio publicado en la revista Environmental Psychology descubrió que las personas que simplemente miraron una fotografía de la naturaleza, durante tan solo 40 segundos, mejoraban el enfoque y la actuación en su siguiente tarea. Lógicamente el efecto se amplifica si te sumerges en la naturaleza.
5. Te libera del estrés
Ya sean unas vacaciones o una excursión a un pueblo cercano, esta aventura te relaja, aumenta la dopamina y baja tu nivel de estrés. Esto ocurre incluso antes de que salgamos de casa, es decir, notamos esta felicidad ya desde que reservamos nuestro viaje.
Realizar actividades gratificantes como viajar hace que nuestro niveles de cortisol (la hormona del estrés) se reduzca. Esto es realmente importante ya que el cortisol, aparte de ser necesario, en grandes dosis puede resultar muy dañino. Esta sustancia se ha relacionado con peor rendimiento cognitivo, cansancio, aumento de peso e incluso con enfermedades como la diabetes.
Así que si no tienes planteado viajar próximamente, ponte en marcha. Prepara aunque sea una escapada a un sitio cercano que no conozcas. Ahora, además del placer que experimentarás al hacer algo nuevo y divertido, sabrás que estás haciendo algo muy beneficioso para tu cerebro.
Fuente: La Mente es Maravillosa