En diferentes conversaciones que he tenido, ha salido a la palestra que viajar es caro. Como me gusta reflexionar sobre todo tema del mundo viajero, hoy le toca al sustento que necesitamos para viajar. Vayamos al grano. ¿De verdad viajar es caro? ¿Viajar dónde, cómo, cuándo, de qué manera? ¿A alguien se le ocurre dejar de comprar un coche porque es caro, dejar de ir bien vestido o no salir a cenar con los amigos porque se van a dejar el sueldo? Habitualmente, no. Porque estas cosas del día a día no parecen caras. Pero viajar… viajar es otra historia.
¿Es un coche caro? Hace poco me compré uno y me costó 2.000 euros. Vale que tiene trece años y está algo viejo, pero el coche va de maravilla. Claro, que si lo hubiera comprado nuevo, sería diferente. Todo depende, casi siempre…
Pues con viajar, sucede algo parecido. Viajar a todo lujo es caro; si no, puede resultar asequible. Por ejemplo, hace tiempo viajé a San Petersburgo y el precio del avión fue unos 170 euros, claro que con escala. Después nos dejamos 17 euros en el hotel, procuramos comer allí varios días de forma muy barata y no nos dimos grandes lujos. Eso sí, el visado está en torno a los 100 euros. En conjunto fue un viaje que me supuso algunos cientos de euros, pero una experiencia increíble que no olvidaré jamás, que cada cierto tiempo recuerdo con un cariño enorme, que me hizo conocer una parte del mundo diferente aunque fuera por unos días… y que me dejó bastante poso.
Tras esta introducción, hoy os daré cinco razones para convenceros de que viajar NO es caro. Como siempre, tirando un poco de frase hecha: viajar es querer. Querer es poder.
El que algo quiere…
Evidentemente, viajar cuesta dinero, que no es lo mismo que decir que es caro. Como he mencionado antes, si no cobras mucho dinero, tendrás que ahorrar en otras cosas cotidianas como tomarte algo en exceso, cenar fuera muchos días, comprarte ropa, maquillaje o complementos o la peluquería (lo cual no quiere decir que no vayas). Todo es proponérselo.
La vida es cuestión de prioridades y a medida que vamos disfrutando mucho de una afición, creo que otros ámbitos van perdiendo importancia. En mi caso, así fue. Desde que comencé a ver que los viajes me daban casi todo lo que necesitaba para disfrutar y otras cosas eran mucho más fútiles, comprendí que quizás, ahorrar para viajar era la clave.
Y era tan grande mi empeño, que apenas me costó asumirlo… y realizarlo.
A veces, lo que más cuesta es el billete
Es curioso que la gente no diga nada respecto al precio si les dices que viajas a Grecia, pero en cambio sí opinen si viajas a Tailandia: “¿Qué pedazo de viaje, no?, ¿No es muy caro?” Sin darse cuenta de que a veces, puedes gastar bastante más en el primer destino, a base de alojamientos y comidas por más de 100 euros diarios, en comparación con el segundo, donde el billete te cuesta 800 euros pero vivir allí son cuatro duros.
Incluso, se puede ir un paso más allá y pensar en vivir viajando, ya que según cálculos de gente que ha puesto este plan en marcha, es más barato vivir por el mundo que quedarse quieto. Está claro que en esta ecuación entran los gastos y no los ingresos y la gente muchas veces, verá muy difícil empezar una nueva vida en un país diferente, pero se puede y el dinero parece no ser una excusa. Esto último es lo que quiero dejar claro, ante todo, que es el fin de este artículo.
Cambia tu forma de viajar
Hay pequeños trucos que harán que el viaje sea más barato, aunque seguramente te restarán un poco de comodidad. Entre ellos, están el hacer escalas, viajar en temporada baja, tener flexibilidad en fechas, dormir en alojamientos baratos, comer en el alojamiento donde te hospedes o llevar algo de comida desde España. La idea es que cambies un poco la forma en que viajar se ha entendido tradicionalmente y así puedas ahorrar también unos euros de paso.
Internet lo pone fácil
El mundo online ha traído consigo la posibilidad de no contar con intermediarios y poder planificar desde tu casa el viaje completo. Así, podrás saber de antemano exactamente cuánto te puede costar tu viaje y conocer los posibles gastos a los que tendrás que hacer frente. Además de consultar blogs de viajes que te hablen del presupuesto que han gastado para conocer un destino determinado, también podrás utilizar buscadores de vuelos u hoteles, páginas donde poder compartir casa o automóvil, páginas de bonos de descuento en viajes, comparadores de coches de alquiler o marcas que puedan ofrecer descuentos.
Última solución: viaja cerca
No nos engañemos: en nuestro país, hay gente que lo está pasando mal. Porque ellos, a diferencia de los que contamos todavía con un sueldo todos los meses, se han quedado sin ingresos. Comen, visten y viven con ayuda. Por eso, para ellos, quizás viajar sí pueda resultar caro. Todo lo es. Por eso, la mejor opción es que busquen viajes cerca de casa. A veces no nos damos cuenta de los sitios tan bonitos que tenemos cerca y desdeñamos la belleza y la riqueza que hay en nuestro país.
Por ejemplo, desde Madrid, se pueden hacer excursiones de un día a la sierra, bonitos pueblos de Segovia, Toledo o rincones que aún no conocemos de nuestra ciudad.
Otra solución en estos casos es un road trip en toda regla: viajar y dormir en el coche durante los días que estés de ruta. Aunque no es lo más cómodo del mundo, es una experiencia muy auténtica y nos podrá en contacto con la naturaleza de un mayor modo que otro tipo de viajes.
Y lo mejor de viajar es desconectar, al fin y al cabo.
Fuente: Mundo Turístico