New York, New York
Las Navidades son la excusa perfecta para preparar la maleta y hacer el último viaje del año. Da igual si ya has estado en Nueva York, Londres, Québec o Berlín en otra época. Si vuelves en Navidad, es como si lo hicieras por primera vez. Y es que durante estos días, las ciudades se transforman por completo y sacan a relucir sus mejores galas y tradiciones. Estos son 20 destinos a los que se debería volver siempre (o al menos una vez) en Navidad.
Berlín: una Navidad con bratwurst y vino caliente
Al menos una vez en la vida hay que disfrutar de una navidad a la alemana. ¿Y qué mejor lugar que Berlín? La ciudad más monumental e histórica del país ofrece unas fiestas donde las luces de colores rivalizan con el manto blanco de la nieve en las calles. Para combatir el frío, no hay nada mejor que pedir unas típicas bratwurst acompañadas de vino caliente en un puesto callejero. Para los shopaholic de regalos navideños, hay más de medio centenar de weihnachtsmarkt (mercados navideños) repartidos por toda la ciudad. En la foto, los árboles de Unter den Linden se iluminan cada año por estas fechas.
Bratislava: el escenario de un cuento navideño
El casco histórico de Bratislava parece el escenario de un cuento de Navidad. Su laberinto de calles empedradas y plazuelas con el castillo presidiendo en lo alto de una colina nos invitan a perdernos en la ciudad. En uno de sus coquetos cafés podemos probar los delicisosos pastelitos navideños a precios muy razonables. Y en el mercado de la Plaza Mayor, comprar alguna artesanía típica para llevarnos de recuerdo.
Madrid (España): Una Navidad de tapeo y churros
Madrid es otra ciudad que empapa sus calles de un gran espíritu navideño. La Puerta del Sol con su gran árbol de Navidad iluminado es una cita obligatoria para despedir el año por todo lo alto. Hasta entonces, la fiesta está en el tradicional mercado de la Plaza Mayor, donde las pelucas, los disfraces y los artículos de broma convierten el lugar en un verdadero Carnaval. Para terminar bien la noche, lo mejor es llenar el estómago con una buena ruta de tapeo o calentarnos disfrutando de un buen chocolate con churros en la cafetería de San Ginés.
Salzburgo (Austria): la cuna de ‘Noche de Paz’
No hay mejor Navidad alpina como la que se vive en Salzburgo. La ciudad austriaca ofrece desde los tradicionales pasacalles de los diabólicos Krampus y Perchten que van dando pequeños azotes de la suerte -por cierto, dan mucho miedo- a conciertos y recitales de literatura. Pero no sólo eso: la ciudad que vió nacer a Mozart y al famoso villancico ‘Noche de Paz’ es también una verdadera joya barroca donde la música se siente en todos los rincones. Aquí se viene a disfrutar y sobre todo a cantar.
Londres (Reino Unido): toda la ciudad brilla literalmente
Londres es otra de las capitales europeas donde merece la pena viajar en Navidad. La ciudad brilla literalmente con todas las guirnaldas y juegos de luces iluminando parques, calles y centros comerciales. El más famoso: Harrods , su fachada es todo un espectáculo en sí mismo. El árbol navideño de Trafalgar Square, la pista de hielo bajo el London Eye ( Eyeskate ) o el mercado de Navidad Winter Wonderland en el corazón de Hyde Park son sólo algunos de los alicientes para vivir estas fechas como un verdadero londinense. Para los golosos, es una buena época para probar el Christmas pudding inglés.
Barcelona (España): la ciudad de los caganers
Cuando pensamos en la Navidad y en Barcelona nos viene a la mente un simpático personaje de la tradición catalana: el caganer. Ningún personaje se libra de enseñar su trasero: desde Mick Jagger a Superman, pasando por Darth Vader o el Papa Francisco. En la Ciudad Condal es posible encontrar cualquier caganer que queramos para colocarlo en nuestro belén. Veremos algún caganer posando en el tradicional pesebre de la Plaza Sant Jaume o expuestos en el mercadillo navideño de la Plaza de la Catedral. En la foto, una calle iluminada en el barrio gótico.
Destinos navideños de frío: Nueva York
Apuesta por un clásico y en Nueva York , patina sobre hielo y adéntrate en sus escaparates repletos de magia navideña. De noche (todavía más bonito) y al son del ‘Jingle Bells’, piérdete en sus calles y vive en primera persona una navidad de cine.
Destinos navideños de frío: Estocolmo
En Estocolmo, el frío se combate con vino caliente especiado y deliciosas galletas de jengibre. En el casco antiguo de la ciudad, el mercado de Gamla Stan es el escenario perfecto para descubrir la esencia de la navidad escandinava.
Sidney (Australia): unas Navidades llenas de color y calor
Con temperaturas que rondan los 30º, disfruta del espectáculo protagonizado por atrevidos surfistas vestidos de Papá Noel en las playas de Bondi Beach, en Sidney. En la víspera de Navidad, al caer la noche e iluminados tan solo por la luz de las velas llega el momento de cantar villancicos y de compartir la tradicional cena de navidad.
Viena (Austria): ‘Frohe Weihnachten’
‘Frohe Weihnachten’, dice un cartel de luces a la entrada del Mercado Christkindlmarkt de la Rathausplatz de Viena, uno de los más emblemáticos de la ciudad. Aunque no el único. Viena cuenta con una decena de pintorescos mercados navideños , muchos de ellos con más de 700 años de tradición. La nieve junto a edificios tan emblemáticos como el Palacio de Schönbrunn, la Karlskirche, el Palacio Belvedere o el Ayuntamiento ofrecen el mejor decorado de cuento para la hermosa ciudad de la Emperatriz Sisí.
Medellín (Colombia): uno de los alumbrados más bonitos del mundo
Si midiéramos el espíritu navideño por la cantidad de luces que decoran una ciudad, diríamos que Medellín es una de las ciudades más Navideñas del Planeta. Este año, la ciudad colombiana cuenta con 27 millones de bombillas y 760 kilómetros de mangueras luminosas. Su tradicional alumbrado es todo un festival de color que hace brillar la ciudad más que nunca. Dicen que es uno de los diez alumbrados más bonitos del mundo. Y no lo dudamos. Para quienes sean sensibles a la luz, mejor echar a la maleta unas gafas de sol (por si acaso) .
Québec (Canadá): unas Navidades muy dulces
Québec es un destino perfecto para disfrutar de unas navidades realmente blancas. Una fina capa de nieve sirve de alfombra por toda la ciudad. Aquí los villancicos se cantan en francés y en inglés, mientras los mercados navideños ofrecen artesanías y los mejores manjares culinarios de Canadá: vinos, sidras, quesos y hasta marisco. Las navidades canadienses son también unas fiestas muy dulces: destacan los barley candies, unos caramelos a base de malta con formas navideñas; y los chicken bones, huesos de pollo rosados con sabor a canela y chocolate. ¡Deliciosos!
Río de Janeiro (Brasil): una Navidad a ritmo de samba
Alegría y diversión al sol de ritmos populares que invitan a la fiesta. Libre de cualquier abrigo, contempla el árbol más grande del mundo en la laguna de Rodrigo de Freitas, en Río de Janeiro.
París (Francia): una romántica cena en la Torre Eiffel
París engalana todos sus monumentos con la llegada de la Navidad. La ‘ciudad de la luz’ brilla más que nunca y por eso no podíamos olvidarnos de ella en ese ranking navideño. Es memorable ver los Campos Elíseos iluminados, al igual que los grandes almacenes como Printemps y Lafayette o la gran noria de la Plaza de la Concordia. Para celebrar bien los últimos días del año, nada mejor que una romántica cena en uno de los restaurantes de la Torre Eiffel . Las vistas sobre la ciudad seguro que nos dejan boquiabiertos.
Fuente: Traveler
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