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Los mejores consejos para irse de safari

Los mejores consejos para irse de safari

Si jamás en tu vida has hecho un safari en África, seguramente te estás perdiendo una de las experiencias más iluminadoras y extraordinarias que existen hoy en día. Por cierto, la palabra safari significa viaje en suajili.

Un safari es una de esas experiencias que nadie, por más que lo intente, podrá nunca explicarte. Lo has de vivir tú directamente. En vivo. Ver a los animales en libertad, en su hábitat natural, te hace pensar lo insignificantes que somos frente a la naturaleza más salvaje.

En la actualidad, un safari sea posiblemente el viaje que más se acerca al concepto de aventura. Hay muchos safaris africanos, múltiples y variados: la sabana de Sudáfrica en un 4×4, navegar los canales del delta del Okavango en mokoro, seguir la gran migración en globo aerostático sobre las planicies de Tanzania o observar cómo viven los gorilas en los parques nacionales de Uganda y Ruanda. Lo dicho, aventura en estado puro.

Safari en globo en el parque nacional del Serengueti, Tanzania

Por qué hacerlo en verano

A un safari se puede ir durante todo el año, aunque depende de la zona, sobre todo si es el sur o el este. La verdad es que cada época tiene sus ventajas e inconvenientes.

En general, el momento más recomendable para un safari africano es cuando los animales son fáciles de encontrar y de observar. Y ese momento es la estación seca que suele coincidir con los meses de junio, julio y agosto, precisamente en las vacaciones de verano.

En esas fechas, en la parte oriental del continente africano, cuando se acaban las lluvias, se desencadena uno de los mayores espectáculos del planeta: la gran migración. Millones de animales del centro y sur de Tanzania se desplazan unos 3.000 kilómetros desde el parque nacional de Serengueti, hasta Kenia, en busca de las verdes, frescas y húmedas praderas de Masai Mara.

 

Elefantes en Etosha (Namibia)

En el caso del sur – en Sudáfrica o Botsuana, por ejemplo – el verano europeo, de junio a septiembre, coincide con el invierno austral, pero es cuando la vegetación está más seca (menos densa) por los rigores del último verano, y es muy posible que se avisten más animales, ya que no se pueden camuflar tan fácilmente y se ven forzados a acudir a beber a las charcas y pequeños lagos.

Aunque ojo, no todo el monte es orégano. Ya sabemos que agosto es la época de vacaciones en Europa y Estados Unidos, lo que significa que habrá bastante gente, en otras palabras: más colas, más caro, menos plazas para todo…

Cuáles son los safaris más recomendables

Ver “los 5 grandes” en Kruger – Sudáfrica

El parque Kruger de Sudáfrica es el apoteosis. Antes de ser parque nacional era una reserva de caza en la que debido a la falta de legislación se cazaba indiscriminadamente hasta que, en 1926, se declaró parque nacional, y un año más tarde se abrió al público.

Es uno de los parques con mayor diversidad de animales, y el destino perfecto para poder contemplar los ‘big five’, los cinco grandes: león, leopardo, búfalo, elefante y rinoceronte, además de 147 mamíferos protegidos y 517 especies de aves, más una cantidad extraordinaria de árboles y flores, y numerosos yacimientos arqueológicos.

Cuándo ir: de mayo a octubre, cuando la hierba está baja y hay mayor visibilidad.

 

Rinocerontes en el parque nacional de Kruger (Sudáfrica)

Elefantes en el delta del Okavango – Botsuana

El río Okavango se abre paso en la llanura procedente de las tierras alta de Angola y Namibia, y no va a morir al mar sino al desierto del Kalahari creando lo que es probablemente uno de los ecosistemas más alucinantes del planeta: el delta del Okavango.

Allí acuden más de 60.000 ejemplares a beber, entre los que se encuentra la población de elefantes más grande del mundo, hipopótamos, cocodrilos y una variedad excepcional de especies de aves. Vale la pena coger una canoa (mokoro) y hacer una excusión por alguno de los canales del delta.

Cuando ir : las mejores opciones de avistamiento de la mayoría de las especies se da entre junio y septiembre.

 

Elefantes en el delta del Okavango, Botsuana

El rinoceronte negro en Etosha – Namibia

Etosha, que significa “el gran lugar blanco” – debido a las impresionantes salinas que cubren parte de su superficie -, es uno de los parques más grandes del mundo con una extensión de 22.000 kilómetros.

Cuenta con 114 especies de mamíferos, entre ellos la mayor población, en toda África, de rinocerontes negros, que se encuentran al borde de la extinción– por cierto, se diferencia del blanco no por el color, puesto que son grises ambos, sino porque tiene el labio superior en punta – y de guepardos.

Cuándo ir : en Namibia casi todo el año es seco, prácticamente no llueve. Tal vez en septiembre y octubre sea el momento más agradable para hacer un safari, ya que las temperaturas empiezan a subir.

 

Rinocerontes negros en Etosha (Nambia)

La gran migración desde Serengueti a Masai Mara – Tanzania y Kenia

El gran clásico de los safaris. En el mes de mayo, con el final de las lluvias llega la estación seca al Serengueti, que en masái significa “la llanura infinita”.

En ese momento se inicia un largo viaje por la supervivencia de unos 3.000 kilómetros, donde unas manadas inacabables de ñus (es especialmente espeluznante el famoso paso por el peligroso río Grumeti donde los cocodrilos atacan a los desesperados ñus), cientos de miles de cebras, gacelas, antílopes y otras especies de herbívoros se desplazan en busca de pastos frescos.

Cuando ir : de abril a junio, cuando la gran migración de ñus y cebras está aún en el parque Serengueti, antes de iniciar su viaje anual al Masai Mara. Luego en agosto, cuando la gran migración llega al parque keniata y tiene que atravesar el río Mara.

 

Rebaño de ñus realizando la gran migración

Los gorilas en el parque de los Volcanes – Ruanda

Los montes de Virunga son el escenario de la famosa película Gorilas de la niebla de la zoóloga estadounidense Dian Fossey, el lugar del planeta donde hay que ir si quieres observar la belleza descomunal de los gorilas de montaña en su estado salvaje.

El parque nacional de los Volcanes está ubicado al norte de Ruanda, limitando con el parque nacional Virunga en la República Democrática del Congo, y el parque nacional del Gorila de Mgahinga de Uganda.

Quedan menos de 1.000 de estos hermosos animales, y hay cuatro familias habituadas a los humanos que toleran su presencia, cada una de ellas con al menos un gorila de espalda plateada (aviso, es el macho alfa al que no hay que mirar directamente a los ojos). Eso sí, se limitan los grupos de visitas a 80 personas por día con un permiso que hay que solicitar previamente a la visita.

Cuando ir : este es un safari para todo el año, pero si puedes elegir evita la época de lluvias, de abril a mayo, y los meses de noviembre y diciembre.

 

Gorila en el parque nacional de los Volcanes (Ruanda)

Los cocodrilos gigantes en Murchison Falls – Uganda

Uno de los parques más maravillosos de toda Uganda – uno de los países centroafricanos más desconocidos – es Murchinson Falls, situado en la ribera del lago Alberto, entorno al Nilo Blanco, y famoso por sus excepcionales cataratas y cascadas. Es relativamente pequeño, aunque hay mucha fauna donde los cocodrilos gigantes – se han avistado ejemplares de hasta seis metros de largo – son los grandes protagonistas de este parque.

Sus saltos de agua, como apuntábamos, también conocidos como kabalega o kabarega, cuentan con un desnivel de unos 43 metros entre la meseta y la fosa. Por cierto, las fotos del atardecer son espectaculares, y los avistamientos de animales rodeando el lago Alberto son como un milagro de la naturaleza.

Cuándo ir: de mediados de junio a mediados de agosto.

 

Murchison Falls (Uganda)

Seis sugerencias para tu primer safari

Uno, madruga.

Es un viaje en el que hay que madrugar. Los avistamientos son más frecuentes a primera hora. Además, así te asegurarás una buena ubicación en el jeep.

Dos, en el equipaje solo lo imprescindible.

No es para nada aconsejable llenar la maleta de ropa. Solo carga con los imprescindible. No te olvides ropa de abrigo, por la noche refresca.

 

Es importante madrugar para poder ver con más calidad los animales

Tres, déjate guiar por un experto.

No intentes ahorrarte dinero con el guía o te acabará saliendo más caro. Ellos conocen los parques como la palma de su mano. Saben por dónde ir y en qué puntos encontrar a los distintos animales.

Cuatro, hay que ser silencioso.

Tal vez este no sea un consejo, sino una norma. No hables. Respeta el silencio de la naturaleza. Solo mira. Observa porque en cualquier lado puede haber un animal que huirá al más mínimo chasquido.

 

Es muy importante tener un guía durante los safaris

Cinco, sí a la cámara de fotos, no al móvil.

Estamos hablando de fotografiar a animales salvajes que son difíciles de localizar. Puede que estén ocultos bajo los arbustos, o subidos en la rama de un árbol, o corriendo a 80 kilómetros por hora. Si quieres una buena foto, hay que llevar cámara.

Seis, ten respeto por las normas y por los animales.

El respeto es imprescindible a la hora de hacer un safari. Si no, mejor quédate en casa. Y para empezar, respeta las normas del parque: no se debe bajar del vehículo en las zonas que no estén habilitadas para ello, ventanillas cerradas, no hay que subir al techo del coche, es peligroso fumar, y no hay que lanzar objetos a los animales. Infórmate sobre las normas y cúmplelas.

Es una cuestión de sentido común, recuerda que estás en territorio salvaje. Eres su invitado. De hecho el respeto no es solo por el bien de los animales, sino por el tuyo.

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