Las playas más agradables de España

El norte de Mallorca esconde una de las playas más impresionantes de país y la mejor valorada del año: la playa de Muro. Se ubica en la Bahía de Alcúdia y destaca por su blanca y fina arena y el extenso pinar que la rodea. Denominada como Área Natural de Especial Interés y, por lo tanto, protegida por el Gobierno de las Islas Baleares, esta espectacular playa está incluida dentro del Parque Natural de S’Albufera, uno de los sitios de mayor atractivo paisajístico.

Hondarribia vuelve a ocupar las primeras posiciones en el ranking de reputación online, lo que no es ninguna sorpresa. Esta ciudad guipuzcoana se encuentra en pleno auge gracias a la creciente oferta gastronómica. Algunos de los chefs más reconocidos del planeta han elegido esta ciudad costera para abrir las puertas de restaurantes de lo más innovadores como: Arroka Berri, Abarka, Zeria, Sebastián o Alameda.

Hondarribia conserva un precioso casco viejo, rodeado de la única muralla medieval de la provincia de Guipúzcoa. Las estrechas calles forman un particular laberinto de adoquines que invita a ser recorrido para descubrir la arquitectura típica vasca, donde destacan los coloridos balcones de madera, y los edificios barrocos que le aportan tanta personalidad. Evidentemente, nada de esto sería lo mismo sin la espectacular playa de 800 metros bañada por el azul del mar Cantábrico.

Por segundo año consecutivo Ribadeo se cuelga la medalla de bronce de los destinos de playa con mejor reputación online. Esta localidad gallega ubicada a orillas del mar Cantábrico ofrece al visitante cientos de atractivos para disfrutar de unas vacaciones soñadas. La gastronomía gallega es bien conocida por ser de las más apetitosas del país y Ribadeo es un destino ideal para degustar las delicias que el mar ofrece.

La gran sorpresa de este año es Chiclana de la Frontera, que se cuela en el cuarto puesto de la lista. Este municipio perteneciente a la Bahía de Cádiz se ha posicionado entre los favoritos de los viajeros en busca de sol, playa, mar, excelentes alojamientos y gastronomía de primera. En el núcleo urbano se pueden apreciar monumentos de enorme interés histórico tales como la iglesia de San Juan Bautista y la ermita de Santa Ana.

Las playas de Chiclana se cuentan entre las más bonitas de la Costa de la Luz y probablemente de la península entera. La playa de La Barrosa es una hermosa extensión de arena de 8 kilómetros de largo bañada por las aguas del Atlántico y, justo a un lado, se puede disfrutar de la playa de Sancti Petri que, con sus 2 kilómetros de extensión y 60 metros de anchura, invita a disfrutar de los días de verano tumbado en la dorada arena que la caracteriza. Ahora que, si lo tuyo es el golf, Novo Sancti Petri es el destino para ti.

Cala Millor, también conocida como Son Moro y Cala Nau, es una habitual de esta lista, ya que no decepciona a ningún visitante. Esta hermosa playa ubicada en la costa del levante mallorquín cuenta con 2 kilómetros de arena bañada por un Mediterráneo en su máximo esplendor. El paseo marítimo que la acompaña destaca por sus tiendas, bares y hoteles en primera línea de mar que ofrecen servicios de la más alta calidad.

En Cala Millor no falta ni un solo servicio: socorrista, duchas, tumbonas, sombrillas, acceso para personas con discapacidad, bares, restaurantes y actividades deportivas. Así es, las vacaciones no tienen por qué ser sinónimo de sedentarismo absoluto. Nada como alquilar una bicicleta y recorrer las calles de la urbanización, jugar al voleibol o al fútbol en la playa o, si quieres sacarle el máximo provecho a las aguas de color turquesa, podrás practicar submarinismo, bodyboard o, si las condiciones lo permiten, subirte a la tabla de surf.

Ribadesella es una auténtica joya a orillas del Cantábrico. Esta pequeña población costera está emplazada en un espacio natural de enorme belleza. Desde aquí puedes apreciar los imponentes Picos de Europa mientras te das un baño en el mar junto a la desembocadura del río Sella. Nada como recorrer el espectacular paseo marítimo de Santa Marina donde además de contemplar la hermosa playa, se pueden apreciar las singulares construcciones indianas que le aportan tanta personalidad.

El mayor atractivo de esta localidad no es precisamente la playa. La cueva de Tito Bustillo, declarada Patrimonio de la Humanidad, está considerada como uno de los mayores y más importantes referentes del arte Paleolítico. El descenso del río Sella es el gran evento que cada año reúne a cientos de deportistas internacionales de élite para completar en piragua uno de los recorridos más espectaculares del norte de España.

Conil de la Frontera reúne gran cantidad de atractivos que lo convierten en un destino de primera categoría para disfrutar de las vacaciones de verano, y sus visitantes así lo han valorado. La importancia del puerto se remonta a la época de los romanos y los visigodos y si bien, la actividad se ha transformado con el paso del tiempo, se ha mantenido el encanto andalusí y se han conservado las murallas y fortificaciones que le aportan tanta personalidad: la Puerta de la Villa, las torres de Roche, Puerco y Castilnovo y la Torre de Guzmán.

Los 14 kilómetros de playas de Conil son un paraíso de espectacular belleza. Blanca y fina arena y aguas traslúcidas son la característica más evidente del litoral. La extensa playa de Castilnovo y Los Bateles ofrecen una gran variedad de opciones gastronómicas mientras que Fuente del Gallo, La Fontanilla y El Roqueo son más pequeñas y aisladas. Destacan también los imponentes acantilados y las calas que se encuentran a sus pies tales como Camacho, Melchor, El Frailecillo, o la Cala Encendida.

Es imposible negar que el Caribe es precioso, pero, sinceramente, las playas de Colonia de Sant Jordi no tienen absolutamente nada que envidiarle y  están bastante más cerca. Esta localidad mallorquina perteneciente al municipio de Ses Salines es de una belleza incomparable. Su puerto deportivo es famoso por la cantidad de actividades náuticas que se llevan a cabo y esto lo convierte en un paraíso para los aficionados a la navegación.

Con el archipiélago de Cabrera en el horizonte, la playa de Es Trenc es el tramo de costa virgen más grande de la isla. Este rincón es famoso por la práctica del nudismo y por sus cálidas y transparentes aguas. Menos famosas, pero de igual belleza, son las playas de Es Carbó, del Dolç y Dels Estanys, a las que hay que acceder andando por un agradable sendero junto al mar. No podemos dejar de mencionar las impresionantes salinas que otorgan el nombre al municipio y que definitivamente merecen una visita.

Sanlúcar de Barrameda es la tercera localidad gaditana que se cuela en la lista. Situada entre el Parque Nacional de Doñana y la desembocadura del río Guadalquivir, esta población, cuyo casco histórico tiene su origen en la época de la dominación musulmana, ha sabido conservar su encanto y forma original, que se aprecia en las calles estrechas y zigzagueantes. Probablemente lo más reconocible de la ciudad sean las bodegas de vino manzanilla y las famosas carreras de caballos que se llevan a cabo en las extensas playas.

Y ¿qué ver en Sanlúcar de Barrameda? Playas, muchas playas. Bajo de Guía, la Jara, Bonanza o Las Piletas son las más destacadas y aseguran al visitante una experiencia veraniega maravillosa. Además, la localidad alberga un gran número de monumentos como el Palacio de los Infantes de Orleans y Borbón, donde actualmente se asienta el ayuntamiento; el castillo de Santiago, datado en el siglo XV; el palacio de los duques de Medina Sidonia o la iglesia de Nuestra Señora de la O.